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Juan Erriest



Juan Erriest nació el 12 de diciembre de 1859 en Barracas al Sur, actualmente Avellaneda. Sus padres Augustin y Gracianne Orgambide, vascos franceses, habían llegado de Bordeaux a Buenos Aires con dos hijos, en la Fragata Paris, el 16 de febrero de 1850 y se instalaron en Barracas al Sur donde nacieron sus otros 3 hijos.

Juan tuvo, desde chico, gran inclinación por el dibujo y asistió a clases de arte simultáneamente con su instrucción primaria y secundaria. A los 20 años, en 1879, obtuvo un diploma en la Escuela Argentina de Dibujo y Pintura, escuela creada en 1873 con el apoyo de Domingo Faustino Sarmiento, sobre el proyecto presentado por Martín Boneo, retratista y docente.

Según la tradición oral de la familia, con el óleo (de 65 x 82 cm) que acompaña esta biografía participó en un concurso de pintura y pintó otra obra para un amigo que no había tenido tiempo de hacerla.
Curiosamente su amigo obtuvo el primer premio, una beca para estudiar en Paris, y Juan el segundo.

También a los 20 años, en 1879, ocupó el cargo de Teniente Alcalde de la Municipalidad de Barracas al Sur. Esta actividad administrativa, le permitió participar en el gobierno de su pueblo y refleja su espíritu inquieto y polifacético.

Óleo de Juan Erriest, 1879.

Viajero incansable por el interior de la Provincia de Buenos Aires, estuvo en Chascomús, en Arrecifes, en Salto Argentino, como lo indica en uno de sus cuadernos, tal vez tentando fortuna, pero en septiembre de 1887 se radica en Saladillo donde vivían sus hermanas casadas. Allí se hace miembro de la Sociedad Francesa e instala su Taller de Fotografía en la calle Moreno, según la publicidad de los periódicos de la época.

La decisión de dedicarse a la fotografía no es extraña. Su inclinación artística es indiscutible y, como muchos retratistas europeos, encontró en la fotografía otra forma de manifestarse.

Retrato de Gracianne Orgambide. Juan Erriest, Lobos 1894.

Desnudo. Estudio en grafito de Juan Erriest (fecha sin determinar).

Llegó a Lobos en octubre de 1889, cuando el mundo festejaba los 50 años de la fotografía y allí instala su taller y estudio, al lado del almacén “La Bola de Oro”. Conoció a María Elena Botsch, y se casaron en 1892.

Desde 1890 y hasta 1903 fue el único fotógrafo profesional establecido en Lobos según las pocas guías de comercio que incluyen a Lobos, aunque no figuran Virgilio Gomes y José Cancella, que hicieron trabajos de fotografía en Lobos en 1890 y en 1900, respectivamente, como consta en el Museo Pago de los Lobos. Ya en 1905 comparte la plaza como fotógrafo profesional con su colega Antonio Sánchez. En 1900 colaboró en la edición especial de Caras y Caretas del 20 de septiembre con motivo de los homenajes rendidos en Lobos por la comunidad italiana a la muerte de Humberto I.

Fue iniciado en la Logia masónica Unión de Lobos el 17 de junio de 1905, formó parte de varias comisiones de la Logia y llegó al grado 18 en 1914.

Se interesó en todo lo que tenía que ver con la educación y la cultura y fue Presidente del Consejo Escolar en Lobos en 1901, 1903 y 1904.

No se conocen los motivos por los cuales abandonó su profesión. Ya en 1910 no figura en las guías como fotógrafo, pero podemos apreciar de ese año las fotos de 2 calles de Lobos: Belgrano, donde vivía, y Suipacha, pero tomadas probablemente para dejar documentada la instalación de la luz eléctrica en Lobos, ya que se puede ver el farol de la esquina. Posteriormente otras fotografías familiares como las de sus Bodas de Plata en 1917 y algunas tomadas a sus hijas que afortunadamente se conservaron nos indican que continuó con su profesión.

La Bola de Oro, casa de comercio y ramos generales ubicada en calle Belgrano y Suipacha.
Fotografía posterior a 1910.

Juan Erriest fue un verdadero artista. Se puede afirmar, que, además de dar testimonio de la época, costumbres y vestimentas, cultivó su profesión como un medio para mostrar su amor por el arte que demostró desde su más tierna edad.

En muchas de sus fotografías se aprecian telones de fondo que pintó con sus propias manos. En varias hay una escalera de mármol o cortinados, barandas de balcón y ventanas que se ven en las fotos como verdadera escenografía.

Profesión
En un principio utilizó como publicidad sellos húmedos, en el dorso o en el frente de las fotos y finalmente adoptó los sellos impresos y por supuesto también avisos en los periódicos.

Entre todos los retratos conservados se advierte que eligió las tomas y la composición de sus imágenes con sencillez y seguridad. Se observan en las manos de las damas: abanicos cerrados, pañuelos, pequeñas carteras, sombrillas, también las manos apoyadas en respaldos de sillas y sillones o sobre mesitas, poses repetidas en los retratos de caballeros. Y entre los elementos de la galería de pose hay que mencionar los telones de fondo: la clásica escalinata de mármol, cortinados y balcones, lámparas, ventanas y el mobiliario que refleja el gusto y moda de la época. Así es que podemos observar fotos de casamiento (la novia de negro con tul blanco), de parejas, de familias, de hermanas (vestidas iguales), damas, caballeros, preferentemente con los sujetos retratados de pie, grupos en reuniones familiares, varios bustos, algunos estilo Rembrandt y, muchas fotos de niños con juguetes, triciclos, bastones, es decir, con elementos que usaban en ese fin y comienzo de siglos como entretenimientos y juegos. En dos fotografías de sus hijos dejó plasmada la fecha de la toma en el negativo. Todas las vistas muestran el dominio de la imagen y la manifestación esencialmente fotográfica.

Fue también un documentalista de los pueblos del interior de la Provincia de Buenos Aires. Muchas fotografías son fehaciente prueba de ello: la estación de Empalme Lobos, la yerra, la calle Belgrano de Lobos, un almacén, la construcción del molino de Sala, la Banda Popular dirigida por el Maestro Emilio Zarini, músico italiano radicado en Lobos y compositor del himno a Colón, cuya letra fue escrita por el poeta lobense Luis Jacinto Santamarina, composición que se realizó con motivo del 4º centenario del Descubrimiento de América. Todas las fotos dan testimonio de cómo eran, en ese fin de siglo XIX y comienzos del XX, los diferentes pueblos y sus pobladores.

Juan Erriest probablemente quiso mostrar la personalidad del sujeto fotografiado, su clase social y sus costumbres. Fue un memorialista de la sociedad de Lobos.
Comprobamos que se preocupó por dejar testimonio de su obra porque, además del detalle de cada trabajo, dejó constancia de su instalación en Saladillo pegando en la contratapa de su cuaderno de trabajos los recortes de esos dos avisos que salieron en un periódico de esa ciudad.

Firma de fotógrafo usada en retratos de Lobos.

Texto e imágenes: Cortesía de Graciana Erriest.

ARCHIVO: Fotos de Juan Erriest